Cuando era una niña odiaba a mis padres ya que como suele ser habitual a esas edades siempre deciden por ti. Me obligaban a hacer ciertas actividades que me resultaban odiosas, y el ballet era una de ellas.
No obstante el tiempo siempre pone las cosas en su sitio y ahora cuando voy a mi gimnasio; sin ninguna obligación; ahora es devoción ; me escucho frases como: "Tú eres muy elástica" siempre contesto muy orgullosa "Es que yo hacía ballet".
Aunque con un poco de retraso: Gracias papis.