¿El sexo débil? No.

Me niego a admitir que la mujer sea el sexo débil en el deporte.   Está claro que alguien me dará datos, cifras, records,  pero para nada lo admito, y lo dejo en igualdad.   Si yo fuera la Ministra de Deportes haría que todos los deportes fueran mixtos.   Además sería más vistoso tanto para el deportista como para el espectador.   Mito ó realidad.  El tiempo me dirá si acierto.

Ir de compras.

Siempre se ha dicho que a las mujeres nos gusta ir de compras.   Y me refiero a comprar ropa, zapatos, complementos.   Yo misma siempre digo que me encanta ir de compras.   Pero he llegado a la conclusión que eso era un cuento para engañar a mi mente.   En realidad no me gusta ir de compras.   Lo que realmente desearía es apretar un botoncito mágico y todos aquellos vestidos, zapatos y complementos que estaba deseando aparecieran sin más en mi armario.   Como eso, hoy en día,  parece poco probable,  esta tarde me iré de compras.   Claro,ahora alguien me dirá que sí es posible comprar por internet y el mensajero casi ya te lo pone en el armario.   No es lo mismo.   Me voy de compras.

La primera vez.

Un rotundo NO  a la primera vez.   Está claro que siempre tiene que haber una primera vez;  pero que nadie me diga lo contrario;  la primera vez es un DESASTRE.   Es verdad que todo lo que envuelve al antes sí que es absolutamente maravilloso,  pero si nos centramos en el hecho,  negativo total.

Tendría que haber un método para poder pasar directamente a la segunda vez.   Para mí, y lo tengo claro,  la mejor es la última vez.   O no,  mucho mejor es el inicio de la futura vez.  

Dos caras.

Cuando decimos que alguien tiene dos caras no se trata para nada de un cuento.   Un compañero de trabajo te mira de una manera si lo hace en horario laboral o si luego lo ves en un restaurante.   Mi jefa no me trata igual cuando me manda algo que cuando me ve por la noche, ya que es una amargada y no va con nadie.   Entonces me ve y me tengo que escuchar unos cariñosos holas y unos tiernos besitos.  No quiero.   Y no puedo hacer nada para evitarlo, ya que esto no es un cuento.   Es una realidad, y todos incluida yo, tenemos dos caras.

Proyecto U.F.O. ¿Realidad o cuento?

Desde que era muy pequeñita en mi casa siempre se ha hablado sobre la existencia o no de los extraterrestres.   Mi padre decía que no existen, que todo era un cuento.   Mi madre estaba por la labor de creer que todo aquello que contaban de la nave extraterrestre que se estrelló y luego el análisis de unos cuerpos era todo realidad.   Hemos ido pasando los años y todavía no nos hemos puesto de acuerdo en esta familia.   Mis padres siguen igual y yo cada vez que como con ellos me gusta volver a sacar el tema para que me aclaren de una vez por todas si existen o no existen seres inteligentes más allá de las estrellas.  Cada vez estamos más liados.

Estar juntos / Estar separados.

En el amor muchas veces pensamos que estamos cerca de nuestra pareja y en realidad nos separa una invisible pared.    Por muy cerca que tratemos de estar no podemos ni siquiera 'sentirnos'.    También es igual de cierto que en otras ocasiones nos separan miles de kilómetros pero sentimos una unión muy especial.   Estas cosas son las que tiene el amor.    Cuando te enseñan en la escuela infantil el concepto de 'juntos'  ó 'separados' lo interpretas de una manera.  Luego la vida te lo enseña de otra.

Los superhéroes siempre están tristes.

Hemos creído en un primer momento después de estar leyendo un comic o de ver una película que la profesión de superhéroe es bonita, alegre, reconocida...

Todo niño o niña ha querido ser alguna vez un superhéroe.   Pero si analizamos a estos personajes, suelen ser seres tristes, con problemas, con muchos enemigos, con gente que desconfía de ellos,  además tienen otro trabajo y su jefe los machaca.    Y los que realmente los idolatran no les pueden decir nada ya que después suelen llevar una vida anónima y triste.   Me dan pena los superhéroes.

Los niños vienen de Paris, cuando vuelven de alli.

Ahora ya no tanto;  pero no estoy segura del todo.   Pero antes se empeñaban en hacernos creer que los niños vienen de París !!!   Es que creían que los niños somos tontos.   Es que no saben los padres que en la escuela te cuentan todo.    Pero no te lo cuentan los otros niños; nada de eso.   Te lo cuentan los maestros.  Es una pregunta tan importante en la vida que nunca entenderé el motivo de tratar de ocultar una realidad tan bonita.   Pero bueno.   De pequeños nos tenemos que hacer el tonto y creernos una serie de cuentos, los cuáles, con un poco de tiempo iré rescatando de esa memoria que queda grabada.   En cuanto a los niños,  con el paso de los años,  surge ese instinto tan bonito que nos da la naturaleza.

La bruja

Estoy en mitad de mis vacaciones y hoy he decidido darme un respiro de sol.   Pasaba todos los días por la salita que hay al lado de la recepción de mi Hotel y veía a unos jóvenes con sus ordenadores y otros que hay con monedita.   Y al final he caído de pleno en la tentación.   Será que alguna bruja se ha cruzado en mi camino.   Me había prometido a mi misma NO USAR EL ORDENADOR EN 10 DIAS, pero no ha sido posible.  Gastaré unas pocas monedas.  Pocas. 

Hoy le toca a la bruja que para mí y sin ninguna duda es el personaje más importante del mundo de los cuentos.    Todos saben como son aunque jamás las hayan visto.   Otros personajes no tienen cabida en nuestra sociedad,  pero la bruja, sí la tiene.   Hay brujas en todos los sitios:  en el trabajo,  en el gimnasio,  en la discoteca, en tu familia,  en tu pasado....   Estamos rodeados de brujas.   Las localizamos, podríamos vencerlas, pero por alguna extraña razón nos poseen,  nos exclavizan.   Lo cuentas y nadie te cree.   Te dicen que no les hagas caso pero la bruja sigue con sus cosas y te amarga.

Hoy no es un cuento.

Acabo de empezar con mi cuenta cuentos y lo que hoy os cuento no es un cuento.   Hoy es la realidad y es que me voy de vacaciones a la playa.   Estaré diez días y no tengo ningún interés de llevarme el ordenador, así que no pondré ningún cuento más ni podré contestar ningún comentario.   He estado pensándolo mucho, ya que me sabe muy mal empezar ahora y me lo estaba pasando genial,  pero al final he decidido que el ordenador no viaja en mi maleta.   Mis queridos amigos desconocidos !!   Os pido que a mi vuelta me sigáis leyendo con tanto cariño como hasta ahora.  Besos .

El gigante

Aquí si que me habéis pillado.  Me da igual antes de niña o ahora de mayor.   Siempre me han impresionado.  Supongo que en las fiestas los que inventaron los gigantes lo hicieron para impresionar.  Conmigo lo consiguieron.   Cuando he ido a algún pueblo y veo algún gigante siento un vuelco en el corazón que me transporta a mi infancia.    Y cuando el gigante pasa a mi lado incluso noto los latidos de mi corazón.

El ratoncito Pérez.

El ratoncito Pérez es otro engaño total a los niños.   Pero no por el engaño en sí;  que también lo es.   Me refiero a que todos nos hemos ido a la cama contentos y felices pensando que en mitad de la noche un ratón aparecerá, subirá a nuestra cama y se paseará tranquilamente por nuestra almohada y seguramente nos dará un beso.   Y después de oír eso, nos dormimos tranquilamente !!!    No.   Me gustaría saber  ¿Qué pasa si en mitad de la noche ves caminando a un ratón por tu habitación?  Pero esta pregunta no se la hago a los niños.  Se la hago a los mayores.   Hoy la foto creo que no es tan fea,  e igual no me asustaría con él.

¡ Qué viene el coco !

Que pesados !.  Siempre diciendo que viene el coco !!   que viene el coco !!    Cuidado que si no te metes en la cama te comerá ! Siempre escuchando esa historia y siempre corriendo.   Nunca vimos el coco,  pero siempre tuvimos miedo de que nos comiera.    Yo creo que alguna vez podrían haberse disfrazado de coco para que pudiéramos creernos un poco la historia.    Luego quedan traumas que aún me duran,  ya que por la noche cuando voy sola por la calle, me acuerdo del coco, y camino más deprisa.   Si alguna vez lo hubiera visto me habría reido y ya no tendría este trauma.

Las caperucitas.

Soy Susana López (es mi verdadero nombre; ¿Qué sentido tiene ocultarlo?) vivo en Zaragoza y tengo 25 años.   Estoy cansada de oir siempre los mismos cuentos, así que he creado mi pequeño rinconcito para contar los cuentos como me gustaría que me los hubieran contado a mí.

Ya está bien de pensar que el lobo es malo y la niña es buena.    ¿No os hubiera gustado más un cuento de una niña mala?   Y un lobo diciendo:  'Vale por favor,  vete ya, no quiero nada de tí.  Me agota tu presencia...'   Cuando quiera o cuando pueda, yo contaré mis cuentos.  Iré probando y quién sabe como acabe todo esto.   Si la vida misma es una aventura imagina lo que puede ser un cuento.