Hasta hace muy poco y porque así me lo transmitieron me quedaba con lo nuevo, con lo brillante, con lo futurista. No era consciente del sabor de lo viejo, de lo extraño y diferente. Además hay que ser realista y es de lo que más tenemos a nuestra mano.
Hay un detalle que me hace pensar y es relativo a la fotografía. En un primer momento las primeras cámaras eran a blanco y negro. Luego llegó la sofisticación del color. Pero ahora, cualquier reportaje que queramos hacer así con aroma bonito lo pedimos a blanco y negro. Tiene esa cosa, lo extraño, lo viejo. Así me siento hoy.
Yo tambien me acuedo mucho cuando era pequeña y la tele era a blanco y negro...qué guay!
ResponderEliminar¿Te acuerdas de tele en b. y n.? Dios !! ¿Cuántos años tienes??? Por supuesto NO ME LO DIGAS.
ResponderEliminar¡Apa! pues es cierto! El juego de sombras de esas camaras, ese pilla pilla con la luz y la oscuridad... Viejo. Extraño. Como esos libros olvidados que huelen a polvo que adoro. Yo tambien me siento asi. Me a gustado mucho y por supuesto, ¡te sigo!
ResponderEliminarUn beso con sabor a naranja:)
Susana, tus sentimientos son de paz y confort o de agobio?
ResponderEliminarDe proteccion o de aislamiento?
Lo digo por el contraste de blanco y negro
Lo viejo siempre tiene ese sabor a melancolia tan deseado, que lo nuevo por el contrario no tiene porque sabe a novedad...
ResponderEliminarBienvenida de vuelta por estos lares Susana...!
Nana me ha gustado verte en mi blog. Besos.
ResponderEliminarMónica paz y protección
ResponderEliminarGracias por tu visita Bixito. Un placer leerte siempre en cualquier lugar y momento.
ResponderEliminarMe alegro que estes entre estos dos colores, entonces.
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